Presupone la existencia de un ser divino, que ha dictado normas para el comportamiento moral considerando si la conducta humana es buena si se sujeta a esas normas y mala si las viola.
Como principal representante del cristianismo encontramos a Dios.
San Agustín
(354-430 del siglo IV)
A quien se le atribuye la creación de la iglesia y que hace una alianza de la filosofía griega y la cultura clásica con la inspiración divina. Comprendió que las cosas, estando necesariamente subordinadas a Dios, derivan todo su ser de Él, de manera que el mal sólo puede ser entendido como pérdida de un bien, como ausencia o no-ser, en ningún caso como sustancia.
Santo Tomas
(siglo XII 1225-1274)
Aclamado patrón principal de las universidades, academias y escuelas católicas y quien concilia la teología católica con la síntesis filosóficas de Aristóteles y Platón, quien toma argumentos y los adecua a las condiciones humanas.
Martin Lutero
(finales del siglo XV y principios del XVI)
Para quien la equivocaciones morales significan poco ya que solo cuentan la fe y confianza en la misericordia divina.
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